jueves, 10 de octubre de 2013

La pobreza como solución


 Imagen de una representación de Pluto en Ioanina (autora: Becante en Flickr)

Entre las obras clásicas que suelo hacer leer a mis alumnos está la comedia Pluto de Aristófanes. Está protagonizada por un inspirado ateniense  que, para acabar con sus problemas económicos, decide devolver al ciego dios Dinero la vista, en la idea de que así no repartirá sus dones tan mal. En el momento cumbre de la obra aparece la Pobreza, que intenta hacer desistir de su propósito a Crémilo, el bienintencionado ciudadano,  haciéndole ver los problemas que crearía hacer que los pobres dejaran de serlo. La escena es una delicia, como tantas otras del gran comediógrafo griego. He aquí un fragmento de la misma:

Crémilo: Me parece a mí que es bien claro, para todos sin distinción, saber esto: que es justo que la gente honrada tenga suerte, y que los malhechores e impíos tengan todo lo contrario. Así que nosotros, con el deseo de que sea así , hemos encontrado con gran esfuerzo un buen plan, honrado y ventajoso en todos los aspectos.  El caso es que si Dinero ahora mismo recobra la vista y no va dando tumbos por ser ciego, irá a casa de la gente honrada y no se marchará de allí, pero evitará a los malhechores y los impíos, y así hará que todos sean buenos-y ricos, claro-, y que honren las cosas divinas. ¿Quién podría nunca conseguir para los hombres nada mejor que eso?

Blepsidemo: Nadie,  de eso doy fe. Pero a ésta no le preguntes.

Crémilo: Pues tal como está la vida para nosotros actualmente, ¿quién dejaría de pensar que es una locura, o, más aún, una desgracia total? Pues muchos son ricos siendo malhechores que han hecho fortuna injustamente, mientras que muchos otros, siendo muy buena gente, lo pasan fatal, tienen hambre y están la mayor parte del tiempo ( A POBREZA) contigo. Y afirmo que si Dinero recobrara la vista y acabara con ésta, no habría ningún otro camino por el que uno pudiera proporcionar a los hombres bienes más grandes.

Pobreza: ¡Par de viejos, que os volvéis chalados con más facilidad que nadie, tal para cual en decir tonterías y en desbarrar! Si se realizara lo que tanto deseáis, yo afirmo que no encontraríais en ello ninguna ventaja. Si Dinero recobrara la vista y se repartiera a todos por igual, ya nadie se ocuparía de artes ni oficios. En cuanto vosotros hayáis hecho desaparecer ambas cosas ¿quién va a querer ser herrero, carpintero de ribera, sastre, carrero, zapatero, tejero, batanero o curtidor?, "¿Quién querrá romper el suelo de la tierra con el arado para cosechar el fruto de Deméter", si podéis vivir ociosos sin ocuparos de todas esas cosas?
 
Crémilo: Dices tonterías, que todos esos trabajos que dices ahora mismo nos los harán los esclavos.

Pobreza: ¿Y cómo te las arreglarás para tener esclavos?
Crémilo: Los compraremos con dinero.

Pobreza: Y, en primer lugar, ¿quién va a ser el que los venda si también él tendrá dinero?

Crémilo: Algún comerciante con ganas de enriquecerse venido de Tesalia, lugar de traficantes de esclavos ansiosos de pasta.

Pobreza: Pues es que, según el razonamiento que estás diciendo, sin duda no habrá, para empezar y antes de nada, ningún traficante de esclavos. Pues ¿quién va a querer, si es rico ya, arriesgar su pellejo por hacer eso? Así que tú mismo, obligado a arar, a cavar y a hacer los demás trabajos duros, llevarás una vida mucho más penosa que ahora.  

Crémilo: ¡Todo eso que te pase a ti!
 
Pobreza: Además, no podrás dormir en una cama, pues no habrá ni alfombras, pues, ¿quién va a tejer si hay oro? Tampoco habrá perfumes para derramar gota a gota sobre la novia cuando hagáis el cortejo, ni ropas costosas, teñidas de hermosos colores, para adornarla. Y así, ¿qué tiene de bueno ser rico si no se cuenta con todas esas cosas? Sin embargo, junto a mí es fácil obtener todo eso que necesitáis, pues yo, sentada al lado de cada artesano, como su dueña, le obligo, por la necesidad y la pobreza, a buscarse el pan...

(traducción de  Elsa García Novo en   Aristófanes: Las nubes. Lisístrata . Dinero. ALIANZA EDITORIAL, Colección El libro de bolsillo. Madrid 1987 )


Pues bien, he descubierto en Youtube este anuncio de una versión griega de la comedia puesta en escena por el  director Nicos Mastorakis  en el año 2004. El fragmento lleva como banda sonora una canción que corresponde precisamente al discurso de Pobreza. Canta Elisabeth Constantinidou:



Ahí va la letra:

Το τραγούδι της Πενίας

"-Κι Αν Εξαφανιστούν Από Προσώπου Γης
 Η Τέχνη Κι Η Σπουδή, Τότε... Τότε... 
 Ποιος Θα Ράβει; Τι Θα Ράβει; 
Ποιος Θα Ράβει; Ποιος Θα Πλένει; 
Ποιος Θα Κάτσει Να Μαθαίνει 
Πώς Θα Γίνει Σιδεράς;
 -Ρε Θεέ, Ρε Θεέ, Ρε Θεέ,
 Για Δεν Την Βαράς;
 -Όπου Πλάκωσ Ο Παράς 
Έγιν Η Δουλίτσα Ξένη.
 -Άι Παράτα Μας, Καημένη. 
Άι Παράτα Μας, Καημένη.
 -Ποιος Χορτάτος Θα Ζυμώσει; 
Ποιος Θα Σπείρει; Ποιος Θα Οργώσει; 
Ποιος Θα Δρέψει Τους Καρπούς; 
-Ο Παππούς Της Αλεπούς. 
 -Ο Παππούς Της Αλεπούς. 
Ο Παππούς Της Αλεπούς. 
 -Τούβλα. Ποιος Θα Πάει Να Ψήσει. 
Ποιος Νερό Θα Κουβαλήσει; 
Ποιος Θα Χτίσει Τους Ναούς; 
 -Ρε, Κατάστρεψες Λαούς.
 -Ρε; Θα Διαλύσει Η Κοινωνία, Ρε. 
Μόνη Λύση Ειν Η Πενία, Ρε. 
Που Αιώνες Τώρα Τέχνας Κατεργάζεται. 
Γιατί Όποιος Δεν Πεινάει Δεν Εργάζεται. 
Θα Συνηθίσετε Στη Λούφα Και Στα Παλιά Παπούτσια 
Σας Θα Γράφετε Το Καθετί." 
....

La canción de la Pobreza
Y si desaparecen de la faz de la Tierra
 el oficio, el esfuerzo, entonces... entonces.... 
¿Quién coserá?  ¿Quién coserá?
¿Quién coserá? ¿Quién lavará?
 ¿Quién se sentará a aprender
cómo llegar a ser herrero?
¡Dios, tío!¡Dios, tío!¡Dios, tío!
Donde cae del cielo la pasta
el curro se convierte en una extravagancia.
¡Vamos colegas! ¡qué desgracia!
¡Vamos colegas! ¡qué desgracia!
¿Quién teniendo la panza llena amasará?
¿Quién sembrará? ¿Quién labrará? 
¿Quién los frutos cosechará?
El  maestro armero.
El  maestro armero.
El  maestro armero .
- Los ladrillos. ¿Quién los va a cocer? 
¿Quién acarreará el agua?
¿Quién edificará los templos? 
¡Tío! Te has cargado al pueblo.
¡Tío! Se desintegrará la sociedad, tío.
La única solución es la pobreza, tío.
Que hace ya siglos que sustenta  los oficios.
Porque quien no tiene hambre no trabaja .
Os acostumbraréis a la bartola y pasaréis  de todo.


Espero haber abierto el apetito a los que todavía no conozcan la obra, con eso me daré por satisfecha .

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